domingo, 31 de agosto de 2008

Todo lo que sube tiene que bajar

¿Se han puesto a pensar en lo fácil que dividimos todo en dicotómico? (Bueno y malo, ying y yang, normal y anormal, bonito y feo, etc). Esto viene desde la antigüedad. El teatro no existiría en su dimensión más viceral de no existir la dicotomía gruesa. Ni su dimensión más cotidianamente humana sin la dicotomía fina (Gruesa - fina... Otra dicotomía más, maldita sea). Hace poco pensé: "¿Y si los problemas del mundo se resolvieran si exorcisamos / desmitificamos / abandonamos o hacemos menos preponderante esta costumbre de dividir las cosas en bandos opuestos?"

¿Y si los problemas de mi Alma Mater (la ENSAD) se resolvieran si dejamos de dividirla en Artistas - Docentes de Arte? Hay 3 carreras en la ENSAD (Actuación, Pedagogía Teatral y Escenografía). ¿Qué acaso no habría menos segregación si dejáramos de tildarnos: "Vago", "Chuncho", "Ameba"? Yo soy un hombre de teatro. Si. Y todo aquel que produce, dirige, escribe, actua no es menos digno de serlo. No tengo por qué autosegregarme solo porque no actúo en un escenario desde hace 2 meses. Toda la historia de nuestra Escuela ha sido tempestuosa inutilmente por dividirnos con respecto a tal o cual profesor(a), tal o cual director(a), a tal o cual estudiante, a tal o cual circunstancia.

Pero toda esta tendencia, que ha subido por nuestra incomprensión, en algún momento tiene que bajar. Como en todos lados se cuecen habas, en los seres humanos subió hasta la estratósfera con la Segunda Guerra Mundial. Y subirá en la Cuarta (las armas serán palos y piedras).

El artista tiene la ventaja de plantear el mundo desde formas que el resto de la sociedad no se atreve. Pero la sociedad (sistema, establishment o como deseemos verlo) ha creado formas de registrar su propio camino, su propio andar. Si la escritura llevó el conocimiento "a traves del espacio y del tiempo", creo que el Teatro puede llevar una mezcla vital y extraña de pasión, magia, psicología, paroxismo y denuncia, a otras personas y generaciones. Como dice el dicho: "Una buena obra de teatro, ocasiona que el público que sale despues de verla nunca más sea el mismo que cuando entró".

Hay gente que puede cambiar la sociedad. A veces sin quererlo. Yo no me considero alquien que deba cambiarla, pero creo que debería tratar de aportar algo para que sea un poco menos dicotómica. El tema de mi futura tesis tendrá que ver con la relación que existe entre el teatro y el desarrollo de las habilidades sociales de los niños de la edad límite (o ganan confianza con el entorno, o se tornan tímidos o hasta huraños y violentos), así como mi investigación en otros temas. Todo esto durante mi búsqueda como actor. Lejos están los tiempos en que al terminar de actuar se me producía un vacío lacerante, incapaz de satisfacerme. Ningún profesor tenía que ver con ello. De haber seguido así, no sé en qué estaría ahora. La salida al problema -porque era un problema- era más fácil de lo que pensaba. Pero ahora que lo veo todo más claro, no puedo perder más tiempo. Así que debo ponerme a trabajar y a entrenar. Pocas cosas me hacen más feliz.

Y en esa búsqueda es que abro este blog hoy. Cuando hago un registro, siempre escapará algún detalle. Quien lea este registro 10 minutos o 10 años después podría considerar que he cometido grandísimas omisiones. Pero al menos, lo intentaré. ¿Podrías ayudarme?